-Llevo casi dos años en este planeta y aún no he encontrado
una pareja idónea.- pensó - Presiento que no estoy sola por las costas
francesas.
Sus ojos negros miraban el horizonte, distraída
cuando se acercó un chico hacia ella.
- ¡Hola!- saludó él- Me llamo Ithan. Hace tiempo que
te veo aquí ¿Te gusta el mar?
Ella lo miró de arriba a abajo y sintió una conexión
especial.
- Es él. Tiene que ser él- pensó mientras su
rostro se iluminaba con una gran sonrisa. - ¡Hola! Yo soy Nim. Ven conmigo -le
cogió de la mano y lo llevó a la orilla del mar.
Ithan con una sonrisa picarona siguió a aquella chica
que tanto le gustaba.
Ya estaba atardeciendo y pensó que sería un buen
momento para enseñarle sus habilidades, al fin y al cabo si no elegía a alguien
pronto acabarían matándola.
Nim desabrochó la cremallera del vestido y lo dejó
caer en la arena. Su piel blanca tenía un brillo especial, eso hizo que
Ithan la mirara atónito. -¿No vas muy rápido?- sonrió.
- No, tranquilo eres el elegido.
- ¿El elegido? ¿De qué estas hablando? - rió.
Nim miró al cielo y luego le miró a él. Alzó sus
manos y comenzó a crear un remolino en el agua, lo dividió en dos y creó una
pequeña burbuja.
Ithan la miraba con la boca abierta.
- Estoy flipando. Esto tiene que ser un sueño.
Esto no es real.
Ella sintió como los sentimientos del chico empezaban
a dudar. Dejó caer la burbuja de agua y le miró.
- Tengo mucho que explicarte. No tengas miedo, no soy
peligrosa.
Se puso el vestido y de su bolo extrajo una
pequeña esfera. Se la lanzó, una vez que él la tocará y lanzara una habilidad no
podría negarse a colaborar. Él miró la esfera sorprendido. Era ligera pero gruesa,
una especie de diamante más grande de lo normal.
-Es preciosa.
¿Por qué me lo has dado?- preguntó mirando a la chica extrañado, pero entonces
aquel diamante comenzó a brillar, y dentro apareció una palabra, se dispuso a
leerla mientras la chica apuntaba con sus manos al cielo- ¿Supurifo?
De
sus palmas salieron dos chorros de agua a presión, que siguieron hasta una
altura considerable y luego descendieron formando espirales hasta caer en el
mar. El chico miraba atónito. Con media sonrisa en los labios le miró y
empezó su explicación.
- Vengo de un planeta en el que está a punto de desatarse una guerra mundial y el campo de batalla es este planeta. Yo soy del país de las aguas, Iboria. Allí soy una prisionera. Llevaba en la cárcel 10 años por matar a tres hombres.- Ithan dio un paso hacia atrás un poco asustado.- No puedes negarte a ayudarme, la has usado. Ahora somos uno. Tú me dominas y yo te domino.
- Yo...yo...Tú me gustas pero no sé si estoy preparado para esto.
- Tranquilo, yo te entrenaré.- Sonrió dulcemente mientras le miraba a los ojos y las dudas del chico se disiparon.
- Vengo de un planeta en el que está a punto de desatarse una guerra mundial y el campo de batalla es este planeta. Yo soy del país de las aguas, Iboria. Allí soy una prisionera. Llevaba en la cárcel 10 años por matar a tres hombres.- Ithan dio un paso hacia atrás un poco asustado.- No puedes negarte a ayudarme, la has usado. Ahora somos uno. Tú me dominas y yo te domino.
- Yo...yo...Tú me gustas pero no sé si estoy preparado para esto.
- Tranquilo, yo te entrenaré.- Sonrió dulcemente mientras le miraba a los ojos y las dudas del chico se disiparon.
El control de sentimientos era su especialidad
junto con el control del agua. Así que besó al chico y tras acabar le puso el
índice en los labios como símbolo de secreto. Ambos se marcharon andando por la
arena, al fin y al cabo les quedaba muchísimo camino por delante.
Blog de Harmonia: http://thesmilesofharmonia.blogspot.com.es/
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